Enfermedad Renal
La alta ingesta de proteína dietética puede empeorar una enfermedad renal existente o aumentar el riesgo de quien es susceptible de padecer esta enfermedad, porque la ingesta de proteína está asociada con una mayor tasa de filtración glomerular (TFG) (220). La TFG de los vegetarianos sanos es menor que la de los no vegetarianos y es aún menor en los veganos (221). El tipo de proteína consumida puede también tener un efecto, siendo más beneficiosos para la TFG los alimentos vegetales que la proteína animal (222, 223). La TFG fue un 16% mayor en sujetos sanos después de comer una comida con proteína animal que después de realizar una comida con proteína de soja (222). Ya que la patología de la enfermedad renal es parecida a la aterosclerosis, el menor nivel de colesterol plasmático y la reducida oxidación de colesterol resultante de una dieta vegetariana, puede ser beneficioso para aquellas personas con enfermedad renal. Demencia Aunque las tasas de demencia difieren marcadamente en todo el mundo, las diferencias en el criterio diagnóstico hacen difícil la comparación entre culturas. De entre los Adventistas del Séptimo Día de los Estados Unidos, aquellos que comían carne tenían más de dos veces la probabilidad de desarrollar demencia (224). Aquellas personas que comieron carne muchos años tenían más de tres veces la probabilidad de desarrollar signos de demencia. Las dietas altas en antioxidantes mostraron ejercer una función de protección cognitiva (225-227). La menor presión sanguínea de los vegetarianos puede también ser protectora. Hay también alguna evidencia que indica que un menor colesterol sanguíneo protege frente a la demencia (228). Los altos niveles de homocisteína están relacionados con un incremento del riesgo de demencia, lo cual puede suponer un factor de riesgo para vegetarianos que no obtienen vitamina B-12 en cantidades adecuadas (229-232). Aunque un estudio observacional encontró una aumentada tasa de demencia en hombres Japoneses-Americanos que comían tofu regularmente (233), el estudio presentaba una serie de limitaciones metodológicas, y otra investigación no ha apoyado estos hallazgos (234).
* Journal of THE AMERICAN DIETETIC ASSOCIATION (Junio 2003. Volumen 103. Número 6. Páginas 748-765). Texto disponible en: http://www.eatright.org/Public/GovernmentAffairs/92_17084.cfm. Traducción, con autorización de la Asociación Americana de Dietética (ADA), realizada por: Eduard Baladía, Julio Basulto y María Teresa Comas. Colaboración de Raul Bescós. (Diplomados en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad de Barcelona CESNID). La traducción ha sido cedida a la revista MEDICINA NATURISTA por la Unión Vegetariana Española.
220. Bosch JP, Saccaggi A, Lauer A, Ronco C, Belledonne M, Glabman S. Renal functional reserve in humans. Effect of protein intake on glomerular / 23 filtration rate. Am J Med. 1983; 75: 943-950. 221. Wiseman MJ, Hunt R, Goodwin A, Gross JL, Keen H, Viberti GC. Dietary composition and renal function in healthy subjects. Nephron. 1987; 46: 37-42. 222. Kontessis P, Jones S, Dodds R, Trevisan R, Nosadini R, Fioretto P, Borsato M, Sacerdoti D, Viberti G. Renal, metabolic and hormonal responses to ingestion of animal and vegetable proteins. Kidney Int. 1990; 38: 136-144. 223. Kontessis PA, Bossinakou I, Sarika L, Iliopoulou E, Papantoniou A, Trevisan R, Roussi D, Stipsanelli K, Grigorakis S, Souvatzoglou A. Renal, metabolic, and hormonal responses to proteins of different origin in normotensive, nonproteinuric type 1 diabetic patients. Diabetes Care. 1995; 18: 1233. 224. Geim P, Beeson WL, Fraser GE. The incidence of dementia and intake of animal products: Preliminary findings from the Adventist Health Study. Neuroepidemiology. 1993; 12: 28-36. 225. Riedel WJ, Jorissen BL. Nutrients, age and cognitive function. Curr Opin Clin Nutr Metab Care. 1998; 1: 579-585. 226. Olson DA. Association of vitamin E and C supplement use with cognitive function and dementia in elderly men. Neurology. 2000; 55: 901-902. 227. Ross GW, Petrovitch H, White LR, Masaki KH, Li CY, Curb JD, Yano K, Rodriguez BL, Foley DJ, Blanchette PL, Havlik R. Characterization of risk factors for vascular dementia: The Honolulu-Asia Aging Study. Neurology. 1999; 53: 337-343. 228. Wolozin B, Kellman W, Ruosseau P, Celesia GG, Siegel G. Decreased prevalence of Alzheimer’s Disease associated with 3-hydrozy-3-methylglutaryl coenzyme A reductase inhibitors. Arch Neurol. 2000; 57: 1439-1443. 229. Snowdon DA, Tully CL, Smith CD, Riley KP, Markesbery WR. Serum folate and the severity of atrophy of the neocortex in Alzheimer’s disease: Findings from the Nun Study. Am J Clin Nutr. 2000; 71: 993-998. 230. Nourhashemi F, Gillette-Guyonnet S, Andrieu S, Ghisolfi A, Ousset PJ, Grandjean H, Grand A, Pous J, Vellas B, Albarede JL. Alzheimer’s Disease: Protective factors. Am J Clin Nutr. 2000; 71: 643S-649S. 231. Nilsson K, Gustafson L, Hultberg B. The plasma homocysteine concentration is better than that of serum methylmalonic acid as a marker for sociopsychological performance in a psychogeriatric population. Clin Chem. 2000; 46: 691-696. 232. Delport R. Hyperhomocyst(e)inemia: Related vitamins and dementias. J Nutr Health Aging. 2000; 4: 195-196. 233. White LR, Petrovitch H, Ross GW, Masaki K, Hardman J, Nelson J, Davis D, Markesbery W. Brain aging and midlife tofu consumption. J Am Coll Nutr. 2000; 19: 242-255. 234. Rice MM, Graves AB, McCurry SM, Gibbons L, Bowen J, McCormick W, Larson EB. Tofu consumption and cognition in older Japanese American men and women. J Nutr. 2000; 130(suppl 3): 676S. |