envueltas en lana. Pero evitar las aplicaciones heladas, destinadas
a abortar rápidamente la fiebre, que deberá encauzarse, combatiéndose
en sus causas. Recordar que la fiebre es un proceso curativo.
Rebajarla solamente si es muy elevada. Mantener rigurosamente
limpio el intestino, asegurando el buen funcionamiento de
todos los emuntorios (intestino, riñones y vejiga, piel). La transpiración
es útil en la fiebre, siempre que no sea excesivamente prolongada.
Esos consejos, suficientes en casos leves, podrán servir,
en todo caso, para “primeros auxilios”. Personas incompetentes,
en casos graves, deberán naturalmente llamar a un médico, mejor
naturista, recordando que los estados agudos suelen agravarse
por haberse descuidado en un principio.
En Afecciones Crónicas: "Lo esencial es siempre la dieta".
Recordemos el aforismo hipocrático:
cura la enfermedad”.
1º) Desintoxicante (el ayuno con limpieza intestinal es primordial);
2º) Alcalinizante (cuidar el equilibrio ácido básico).
3º) Completo(sin carencias ni excesos);
4º) Adaptado a la edad y actividad;
5º) Tener en cuenta, a veces, necesidades de transición, por
costumbres arraigadas, que se salvan, en general, al iniciarse con
ayuno y baño interno;
6º) Evitar el extreñimiento (cuestión de vida activa y alimentación
naturalmente laxativa).
7º) Evitando concentraciones alimenticias artritisantes, muy protéicas,
o con exceso de ácido oxálico o colesteroles, causantes de cálculos (litiasis,
hepática o renal).
Profesor Doctor Juan Esteve Dulin 1976