Cáncer

Los vegetarianos tienen una tasa global inferior
de cáncer en comparación con la de la población
general, pero no está claro hasta qué punto esto es
debido a la dieta. Cuando se controlan los factores no
dietéticos de riesgo de cáncer, se reducen en gran
medida las diferencias en las tasas globales de cáncer
entre vegetarianos y no vegetarianos, pese a que permanecen
marcadas diferencias en las tasas de ciertos
cánceres. Un análisis del Estudio de la Salud de los
Adventistas que controló para la edad, sexo y tabaquismo
no encontró diferencias entre vegetarianos y
no vegetarianos en cánceres de pulmón, mama, útero
o estómago, pero sí encontró que los no vegetarianos
tenían un riesgo un 54% mayor de cáncer de próstata
y un riesgo un 88% mayor de cáncer colorrectal (4).
Otras investigaciones han mostrado menores
tasas de proliferación de células de colon en vegetarianos
en comparación con no vegetarianos (189)
y menores niveles de factor de crecimiento tipo insulina-
I (del cual se piensa que está involucrado en la
etiología de varios cánceres), en veganos en comparación
tanto con no vegetarianos como con ovo-lactovegetarianos
(190). Tanto las carnes rojas como las
blancas han sido independientemente vinculadas a un
incremento del riesgo de cáncer de colon (4). Estudios
observacionales han encontrado una asociación entre
la alta ingesta de alimentos lácteos y calcio con un
incremento del riesgo de cáncer de próstata (191-
193), aunque no todos los estudios apoyan estos
hallazgos (194). Un análisis conjunto de 8 estudios
observacionales no encontró relación entre consumo
de carne o productos lácteos y el cáncer de mama
(195).
Las investigaciones sugieren que una serie de
factores en las dietas vegetarianas pueden impactar
en el riesgo de cáncer.

Las dietas vegetarianas se acercan más al cumplimiento
de las guías dietéticas emitidas por el Instituto
Nacional del Cáncer que las dietas no vegetarianas,
en particular con respeto a la ingesta de grasa y
fibra (196). Aunque los datos acerca de la ingesta de
frutas y vegetales es limitada, un estudio reciente
encontró que la ingesta era considerablemente mayor
entre los veganos en comparación con los no vegetarianos
(62). Un tiempo elevado de exposición a los
estrógenos ha sido relacionado con un incremento del
riesgo de cáncer de mama.
Algunos estudios muestran que los vegetarianos
tienen menores niveles de estrógeno en plasma y orina
(197).
También hay alguna evidencia que sugiere que
las chicas vegetarianas empiezan la menstruación
más tarde, lo cual puede reducir el riesgo de cáncer al
tener un menor tiempo de exposición a los estrógenos
(132,133). La alta ingesta de fibra se cree que protege
frente el cáncer de colon, aunque no todas las investigaciones
lo apoyan (198,199). El entorno del colon de
los vegetarianos es destacadamente diferente del de
un no vegetariano. Los vegetarianos tienen una menor
concentración de ácidos biliares potencialmente carcinogénicos
(200) y menores bacterias intestinales que
convierten el ácido biliar primario en ácido biliar secundario
carcinogénico (201). Las deposiciones más frecuentes,
y los niveles de ciertas enzimas en el colon
aumentan la eliminación de potenciales carcinogénicos
del colon (200, 202). La mayoría de investigaciones
muestran que los vegetarianos tienen niveles
menores de mutágenos fecales (203).
Los vegetarianos no consumen hierro hemo, el
cual se ha mostrado que conduce a la formación de
factores sumamente citotóxicos en el colon aumentando
el riesgo de cáncer de colon (204). Finalmente,
los vegetarianos tienen probablemente mayores
ingestas de fitoquímicos, muchos de los cuales tienen
actividad anticancerígena. Las isoflavonas en los alimentos
de soja han mostrado tener efectos anticancerígenos,
particularmente con respeto al cáncer de
próstata y de mama, aunque esto no es apoyado por
todas las investigaciones (205, 206).


* Journal of THE AMERICAN DIETETIC ASSOCIATION (Junio 2003. Volumen 103. Número 6. Páginas 748-765). Texto disponible en:
http://www.eatright.org/Public/GovernmentAffairs/92_17084.cfm.
Traducción, con autorización de la Asociación Americana de Dietética (ADA), realizada por: Eduard Baladía, Julio Basulto y María
Teresa Comas. Colaboración de Raul Bescós. (Diplomados en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad de Barcelona CESNID).
La traducción ha sido cedida a la revista MEDICINA NATURISTA por la Unión Vegetariana Española.

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