Una dieta vegetariana es tan eficaz como los medicamentos para reducir el colesterol
Si tiene un nivel de colesterol elevado, lo más probable es que su médico le
haya recetado una estatina, el medicamento más popular para reducir este
factor de riesgo cardiovascular. Puede que en el futuro no sea necesario que
tome diariamente estas pastillas y sea suficiente con que siga una espartana
dieta vegetariana. Eso, siempre que sea capaz de mantenerla.
Un estudio canadiense que publica esta semana 'The Journal of the American
Medical Association' ha demostrado que una estricta pauta alimenticia que
incluya productos bajos en grasas saturadas, con gran contenido de fibra, frutos
secos y proteínas de soja, reduce el colesterol malo (LDL) prácticamente en la
misma medida que la lovastatina, una de las estatinas pioneras: alrededor de un
30%.
El hallazgo procede del seguimiento de una pequeña muestra de 46 pacientes hipercolesterolémicos sanos que fueron seguidos durante un mes. En este
tiempo, unos tomaron una dieta vegetariana moderada, otros añadieron a ésta
20 mg de lovastatina y los últimos siguieron un plan vegetariano especial que
contenía almendras, proteínas de soja, productos de avena o cebada con alto
contenido en fibra y una margarina especial con fitosteroles (estrógenos de
origen vegetal). Los niveles de colesterol de los últimos bajaron de forma
similar a los de los que usaron el medicamento, pero también se redujo una
proteína proinflamatoria (la C reactiva) asociada a un mayor riesgo vascular.
A pesar de que otros estudios han sugerido los beneficios de algunos de los
citados productos sobre los lípidos sanguíneos, es la primera vez que se que
compara el efecto de esta combinación dietética con la terapia farmacológica
y se demuestra su potencia.
Otro tipo de intervenciones alimentarias han obtenido resultados mucho más
modestos. Los autores reconocen las limitaciones de sus conclusiones debido
al pequeño tamaño del estudio. Sin embargo, recomiendan incluir este tipo de
productos en las dietas bajas en grasas saturadas y utilizarlos como alternativa
en pacientes que no toleran las estatinas.
Fuente: ISABEL PERANCHO, elmundo.es