ORGANICISMO Y OPOTERAPIA

El famoso historiador Plinio nos informaba de los horrores de la medicina antigua,

“esa ciencia insidiosa, en la que —según el Dr. Paul Cartón—       el médico honrado encubre al charlatán”. Hubo entre los griegos y romanos, algunos de esos médicos honrados. Además de Hipócrates, es justo citar a CELSO, a Theodoricus Priscianus y a Asclepiades el romano. Galeno en nombre de Hipócrates, rehabilitó la Farmacopea y reverdeció durante la Edad Media la inconcebible medicina organicista. Recordemos en nuestra “HISTORIA SINTETICA Y CRITICA DE LA MEDICINA”, entre otros, a Mesué el Antiguo, Alberto el Magno y Avicena y sus recetas de “testículos de zorro y de morrueco, con miel y yema de hueo, como afrodisíacos”; “sangre y polvo de carne” para los anémicos; “sesos y médula” contra la epilepsia; “pezones de oveja y de cabra” como galactógenos (Avicena); “matriz de liebre” a la mujer infecunda, etc. Juan de Renou, médico de Enrique IV, en su obra: “ANIMALES          Y SUS PARTES QUE EL FARMACEUTICO DEBE TENER EN SU BOTICA”  nos   daba una sabrosa descripción de la farmacopea de aquel tiempo. Toda clase de insectos hechos puré tenían grandes virtudes, como asimismo las víboras, los escorpiones, las ranas, cangrejos y sanguijüelas. Atribuía también gran valor medicinal a los órganos genitales, al corazón, pulmones, riñones de los animales y del hombre. La grasa y la sangre, la leche de cada animal, las astas, las pezuñas, reducirlas a polvo, tenían grandes virtudes curativas...

“Hasta los excrementos

—decía Jean de Renou— gozan de virtudes especiales, y no estará de más que el boticario los tenga en su botica, particularmente las de cabra, de perro, de cigüeña, etc...”. El gran farmacologista Lemery, en el siglo XVIII, hizo un  recetario en el cual figuraba el “ALBUM GRAECUM”, que tenía a su base excremento de perro... al que atribuía, entre otras virtudes, la de “secar las verrugas, curar los tumores, calmar la disentería, resolver las edemas, y curar la tisis”. El mismo AMBROISE   PARE creía en tales remedios, como lo demuestra su descripción de un bálsamo llamado “ACEITE DE PERRITOS”, compuesto de perritos recién nacidos mezclado con aceite de lirios...”.

El doctor Mousson Lanauze, en su obra:

¿Y todo eso para qué?, nos preguntamos, si hemos tenido repetidas pruebas que es perfectamente factible curar todos los males curables exclusivamente por medios naturales, sin drogas

Profesor Doctor Juan Esteve Dulin, "Guía de la Salud" 1976                               "Doctor of Naturopathy", Universidad de Nueva York

“A TRAVES DE LA OPOTERAPIA”, nos cuenta éstas y otras bellezas terapéuticas. Y el mismo nos dice cómo después de haber ridiculizado tales “remedios” apareció la opoterapia moderna, que sólo se distingue de la organoterapia antigua por una preparación más distinguida. Extractos testiculares, ováricos y de otros órganos, forman, en efecto, la base de muchas drogas modernas. Si recordamos esas cosas,  a las que podríamos agregar las vacunas y sueros, tan difundidos, es porque no solamente los médicos, sino, como hemos recibido informaciones de EE.UU. hasta algunos diplomados en “NATUROPATIA” llegan a aplicar vacunas y drogas opoterápicas, con o cual, sin duda, se tornan simpáticos a la ESCUELA OFICIAL que ya no tiene nada que envidiarles.ni operaciones (con excepción de casos accidentales o muy raras consecuencias de afecciones descuidadas, cuyos casos no se presentarían nunca con una educación naturista más difundida). Como dijo nuestro maestro doctor Carton.

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