La cafeína y la nicotina pueden influir en el riesgo de cáncer de mama

Un estudio publicado en octubre en Archives of Internal Medicine indica que el consumo de cafeína no aumenta el riesgo global de cáncer de mama aunque un consumo elevado podría aumentar el riesgo de cáncer de mama en mujeres con antecedente de mastopatía fibroquística.

También había una asociación positiva significativa entre consumo elevado de cafeína y riesgo de cáncer de mama sin receptor de estrógeno ni de progresterona o de más de 2 cm.

Otro estudio publicado en octubre en Cancer Research apunta una posible influencia de la nicotina en la aparición y la formación de metástasis del cáncer de mama. Aunque la investigación es muy preliminar, el estudio indica que la nicotina podría estar implicada en el inicio del cáncer de mama en la mujer fumadora pasiva.

La Dra. Chang Yan Chen, autora principal del estudio del departamento de radiología del Beth Israel Deaconess Medical Center de Boston (Estados Unidos) afirma que “aún no está clara la implicación etiológica del tabaco, incluso como fumadora pasiva, en el inicio y desarrollo del cáncer de mama”. “Nuestro estudio sobre la nicotina solo es un primer paso en esta investigación”.

 

Cafeína y riesgo de cáncer de mama

Aunque se pensaba que la cafeína aumenta el riesgo de cáncer de mama desde que un estudio reveló que la eliminación de la cafeína de la dieta mejoraba los síntomas en mujeres con mastopatía fibroquística de la mama no se ha establecido una relación causal entre el consumo de cafeína y el cáncer de mama. Los resultados de diferentes estudios clínicos han sido dispares respecto a la eliminación o reducción del consumo de cafeína y la aparición de mastopatía fibroquística.

Además, la mayoría de los estudios de casos y controles no hallaron una asociación entre la cafeína en bebidas con cafeína y en los alimentos, y el riesgo de cáncer de mama, aunque algunos estudios previos indicaron una asociación inversa o una asociación directa débil.

Este estudio fue dirigido por el Dr. Ken Ishitani del Brigham and Women’s Hospital y de la Harvard Medical School de Boston (Estados Unidos) y de la Universidad de Salud Femenina de Tokio (Japón), y sus colaboradores. Evaluaron la asociación entre consumo de cafeína y riesgo de cáncer de mama en las participantes en el Women’s Health Study y analizaron la información dietética entre 1992 y 1995 en un grupo de 38.432 mujeres de 45 años o más sin cáncer.

El seguimiento era de 10 años aproximadamente y durante este periodo 1.188 mujeres presentaron cáncer de mama invasivo.

No había una asociación global entre el consumo de cafeína y el riesgo de cáncer de mama. Sin embargo, en las mujeres con mastopatía fibroquística hallaron una asociación positiva ligeramente significativa con el riesgo de cáncer de mama en las mujeres en el quintil más alto de consumo de cafeína (riesgo relativo [RR]: 1,32) y en las que tomaban cuatro o más tazas de café al día (RR: 1,35). Un análisis independiente mostró una asociación positiva significativa entre consumo de cafeína y riesgo de cáncer de mama sin receptores hormonales (RR: 1,68). Además, había una asociación significativa entre el consumo de cafeína y el riesgo de presentar un cáncer de más de 2 cm (RR: 1,79).

Los autores afirman que “estos hallazgos indican que el consumo de cafeína puede afectar a la progresión del cáncer de mama y que este efecto puede ser independiente de la vía estrogénica”. “Estos hallazgos sugieren que un consumo elevado de cafeína puede aumentar el riesgo de cáncer de mama en mujeres con antecedente de mastopatía fibroquística o de cáncer sin receptores hormonales o de más de 2 cm, aunque pueden deberse a la casualidad y justifican un estudio complementario”.

 

Este estudio ha sido financiado con becas del NIH. Los investigadores han declarado que no tienen intereses económicos.

 

Nicotina y aparición de cáncer de mama

En el segundo estudio la Dra. Chen y sus colaboradores investigaron el efecto de la nicotina en la aparición del cáncer de mama. Hallaron que al interaccionar con los receptores la nicotina puede estimular la aparición y progresión del cáncer de mama al iniciar una cascada de señalización en la que participa la proteína cinasa C y cdc42. Este estudio sugiere que la nicotina activa la vía de señalización de la proteína cinasa C y cdc42 tanto en las células mamarias normales como en las cancerosas para promover la actividad migratoria celular.

Esta investigación es experimental por lo que “no afirmamos que haya una relación entre la nicotina y el cáncer de mama ya que nuestro estudio solo presenta una observación para comprender la correlación entre el tabaquismo, activo o pasivo, y el inicio o la progresión del cáncer de mama”.

Mediante una serie de pruebas in vitro los investigadores hallaron que las células mamarias humanas similares al epitelio MCF10A y las células cancerosas MCF7 expresan al menos 4 subunidades del receptor acetilcolina para la nicotina. Al unirse a este activan un proceso de señalización que puede promover el crecimiento y la migración celular.

La Dra. Chen declaró a Medscape Oncology que “nuestro estudio en cultivos celulares o en ratones con células implantadas indicaba que la nicotina puede favorecer la migración de células mamarias similares al epitelio o cancerosas”. “No obstante, la nicotina no es un carcinógeno convencional sino que se combina con otros factores desconocidos para provocar la aparición de un cáncer de mama”.

Señaló que al principio se pensaba que la nicotina era la responsable principal de la adicción al tabaco aunque numerosos estudios han demostrado que la nicotina tiene la propiedad de regular distintas actividades biológicas clave en tejidos no neuronales. Es destacable que la nicotina favorece la supervivencia de numerosos tipos celulares como los queratinocitos o las células del cáncer de cabeza y cuello.

Recordó que “el receptor para la nicotina se expresa en muchos tipos de células no neuronales”. “Nuestro estudio mostró que la unión al receptor para la nicotina permite activar procesos relacionados con el crecimiento. Por tanto, las personas con diferente predisposición genética pueden tener distinto grado de propensión a la señalización que promueve el crecimiento mediada por nicotina”.

La Dra. Chen concluye que estos hallazgos “recomiendan cautela con la nicotina”, por si todavía no hubiera suficientes razones convincentes para no fumar.

 

Este estudio ha sido financiado con becas del Fligth Attendant Medical Research Institute y del NIH. Los investigadores han declarado que no tiene intereses económicos.

 Autora: Roxanne Nelson


Arch Intern Med. 2008;168:2022-2031. Cancer Res. 2008;68:8473-8480.

Información de la autora: es una periodista de plantilla de Medscape Hematology-Oncology.

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