VEGETARIANISMO A TRAVÉS DEL CICLO VITAL

Las dietas veganas, lacto-vegetarianas y ovo-lactovegetarianas
bien planeadas son apropiadas para
todas las etapas del ciclo vital, incluyendo el embarazo
y la lactancia.
Las dietas veganas, lacto-vegetarianas y ovo-lactovegetarianas
cubren las necesidades de bebés,
niños y adolescentes y promueven un crecimiento normal
(36,114,115). Las dietas vegetarianas en la infancia
y adolescencia pueden ayudar a establecer patrones
de alimentación saludables a lo largo de la vida y
pueden ofrecer algunas ventajas nutricionales importantes.
Los niños y adolescentes vegetarianos presentan
menores ingestas de colesterol, grasa saturada
y grasa total, y mayores ingestas de frutas,
verduras y fibra que los no vegetarianos (2,116-118).
Los estudios han mostrado que los niños vegetarianos
son más delgados y tienen menores niveles de
colesterol en sangre (119-121).

Bebés
Cuando los bebés vegetarianos reciben cantidades
adecuadas de leche materna o fórmula comercial
de bebés, y sus dietas contienen buenas fuentes de
energía y nutrientes tales como hierro, vitamina B-12
y vitamina D, el crecimiento a lo largo de la infancia es
normal. Las dietas extremadamente restrictivas tales
como la frugívora o crudívora se han asociado con un
deterioro en el crecimiento y por tanto no pueden ser
recomendadas para bebés o niños (29).
Muchas mujeres vegetarianas escogen amamantar
sus bebés (122), y esta práctica debe ser fomentada
y apoyada. La leche materna de las mujeres vegetarianas
es similar en composición que la de las no
vegetarianas y es nutricionalmente adecuada.
Si los bebés no son amamantados o se les desteta
antes del año de edad, se deben usar fórmulas
comerciales para bebés. La fórmula de soja es la única
opción para bebés veganos que no estén siendo
amamantados.
El batido de soja, el batido de arroz, las fórmulas
caseras, la leche de vaca o la leche de cabra no deben
ser usadas para reemplazar la leche materna o la fórmula
comercial para bebés durante el primer año,
debido a que dichos alimentos no contienen el equilibrio
adecuado de macronutrientes ni tienen los niveles
apropiados de micronutrientes para el bebé.
Las guías para la introducción de alimentos sólidos
son las mismas para bebés vegetarianos que para
bebés no vegetarianos (115). Cuando llega el momento
de introducir alimentos ricos en proteína, los bebés
vegetarianos pueden tomar tofu machacado o en
puré, legumbres (en puré y tamizadas si es necesario), yogurt de soja o de leche de vaca, yemas de huevo
cocidas y queso cottage (requesón). Más tarde,
pueden introducirse alimentos tales como cuadraditos
de tofu, queso de vaca o de soja, y pequeñas piezas
de hamburguesa de soja. El batido de soja comercial
no desnatado y enriquecido, o la leche de vaca pueden
ser usados como bebida principal a partir del año
de edad o más adelante por parte de los niños que
estén creciendo normalmente y que estén comiendo
una variedad de alimentos (115). Los alimentos ricos
en energía y nutrientes tales como las cremas de
legumbres, el tofu, y el aguacate machacado deben
usarse cuando se desteta al bebé. No debe restringirse
la grasa dietética en niños menores de dos años.
Los bebés amamantados cuyas madres no consumen
productos lácteos, alimentos fortificados con
vitamina B-12, o suplementos de B-12 de forma regular,
necesitarán suplementos de vitamina B-12 (115).
Las guías para el uso de suplementos de hierro y vitamina
D en bebés vegetarianos no difieren de las guías
para bebés no vegetarianos. Los suplementos de
zinc no se recomiendan de forma rutinaria para bebés
vegetarianos debido a que raramente se observa deficiencia
de zinc (123). La ingesta de zinc debe ser valorada
individualmente. En el momento en que se estén
introduciendo los alimentos complementarios, si la
dieta es baja en zinc o consiste principalmente en alimentos
con baja biodisponibilidad de zinc, se usarán
suplementos de zinc o alimentos enriquecidos en zinc
(124, 125).

Niños
Los niños ovo-lacto-vegetarianos muestran un
crecimiento similar que el de los no vegetarianos
(114,119,126). Existe poca información disponible
acerca del crecimiento de niños veganos no macrobióticos,
pese a que los resultados sugieren que
dichos niños tienden a ser ligeramente más pequeños,
pero dentro de los rangos normales de los estándares
para peso y altura (114,122). El crecimiento insuficiente
en niños se ha observado principalmente en niños
que siguen dietas muy restrictivas (127).
Realizar comidas frecuentes, picar entre comidas,
así como usar algunos alimentos refinados (tales
como cereales de desayuno enriquecidos, pan y pasta)
y alimentos ricos en grasa no saturada, puede ayudar
a los niños vegetarianos a cubrir sus necesidades
energéticas y de nutrientes. La ingesta media de proteína
de los niños vegetarianos (ovo-lacto-vegetarianos,
veganos y macrobióticos) cubre o excede generalmente
las recomendaciones, pese a que los niños
vegetarianos podrían consumir menos proteína que
los no vegetarianos (116,128).
Los niños veganos podrían tener necesidades
ligeramente superiores a las de los no veganos debido
a diferencias en la digestibilidad de proteína y a la
composición de los aminoácidos de las proteínas de
los alimentos vegetales (36,129), pero dichas necesidades
proteicas se cubren generalmente cuando las
dietas contienen una adecuada cantidad de energía y
una variedad de alimentos vegetales (35).
Debe enfatizarse el uso de buenas fuentes de
calcio, hierro y zinc para niños vegetarianos junto con
prácticas dietéticas que promuevan la absorción de
zinc y hierro a partir de alimentos vegetales. Es importante
usar una fuente fiable de vitamina B-12 para
niños veganos. Si existen dudas acerca de la síntesis
de vitamina D debido a una limitada exposición a la luz
solar, al tono de la piel, a la estación del año, o al uso
de cremas de protección solar, deben usarse suplementos
de vitamina D o alimentos enriquecidos en
dicha vitamina. La Tabla aporta información sobre
fuentes alimentarias de nutrientes. Se han publicado
guías para niños vegetarianos menores de 4 años de
edad (36,130) y para niños más mayores (72, 73).

Adolescentes
Existen pocos datos disponibles acerca del crecimiento
de adolescentes vegetarianos, pese a que los
estudios sugieren que existe poca diferencia entre
vegetarianos y no vegetarianos (131). En Occidente,
las chicas vegetarianas tienden a alcanzar la menarquia
a una edad ligeramente superior que las no vegetarianas
(132,133), pese a que no todas las investigaciones
concuerdan con este dato (134,135).
Si la menarquia aparece ligeramente más tarde,
eso ofrecería ventajas de salud, incluyendo un menor
riesgo de desarrollar cáncer de mama y obesidad
(136,137). Las dietas vegetarianas parecen ofrecer
algunas ventajas nutricionales para adolescentes. Los
estudios indican que los adolescentes vegetarianos
consumen más fibra, hierro, folato, vitamina A y vitamina
C que los no vegetarianos (2,60). Los adolescentes
vegetarianos también consumen más frutas y
verduras y menos dulces, comida rápida y snaks salados,
en comparación con los adolescentes no vegetarianos
(2,118). Los nutrientes clave para los adolescentes
vegetarianos son el calcio, la vitamina D, el
hierro, el zinc y la vitamina B-12.
Las dietas vegetarianas son algo más comunes
en adolescentes con desórdenes de la alimentación
que en la población general de adolescentes; por tanto,
los profesionales de la dietética deben permanecer
alerta ante clientes jóvenes que limitan ampliamente la
selección alimentaria y que exhiben síntomas de
desórdenes alimentarios (138, 139). Sin embargo,
datos recientes sugieren que adoptar una dieta vegetariana
no conduce a desórdenes de la alimentación,
sino que las dietas vegetarianas podrían ser seleccionadas
con el fin de camuflar un desorden de la alimentación
ya existente (27, 140, 141).
Orientando la planificación de las comidas, las
dietas vegetarianas son apropiadas y saludables para
adolescentes.

Mujeres embarazadas y lactantes
Las dietas ovo-lacto-vegetarianas y veganas
pueden cubrir las necesidades de nutrientes y energía
de las mujeres embarazadas. Los bebés de las
madres vegetarianas tienen generalmente pesos al
nacer similares a los de los bebés de las madres no
vegetarianas, y ajustados a las normas de peso al
nacer (122,142,143). Las dietas de las veganas embarazadas
y lactantes deben contener fuentes fiables de
vitamina B-12 diariamente. Si existen dudas acerca de
la síntesis de vitamina D debido a una limitada exposición
a la luz del sol, al tono de la piel, a la estación
del año, o al uso de cremas solares, las mujeres
embarazadas o lactantes deben usar suplementos de
vitamina D o alimentos enriquecidos en dicha vitamina.
Podría ser necesario el uso de suplementos de
hierro para prevenir o tratar la anemia por deficiencia
de hierro, comúnmente observada durante el embarazo.
Se aconseja a aquellas mujeres que pudieran quedarse
embarazadas o a aquéllas que estén en el
periodo preconcepcional que consuman 400 microgramos
de folato diariamente a partir de suplementos, alimentos
enriquecidos, o ambos, además de consumir
folato alimentario a partir de una dieta variada (92).
Se ha observado que los bebés de madres vegetarianas
tienen menos cantidad de DHA en plasma y
cordón umbilical que los bebés de madres no vegetarianas,
pese a que se desconoce la significación funcional
de este hecho (104,143). Los niveles de DHA en
la leche materna en mujeres veganas y ovo-lactovegetarianas
parecen ser inferiores que los de las no vegetarianas
(144). Debido a que el DHA parece desempeñar
un papel en el desarrollo del cerebro y el ojo, y
debido a que las fuentes dietéticas de DHA podrían ser
importantes para el feto y el neonato, las mujeres veganas
o vegetarianas embarazadas (a no ser que consuman
huevos regularmente) deben incluir fuentes del
precursor de DHA “ácido alfalinolénico” en sus dietas
(semillas de lino molidas, aceite de lino, aceite de colza,
aceite de soja) o usar un suplemento vegetariano de
DHA (a partir de microalgas). Debería limitarse la ingesta
de alimentos que contengan ácido linoleico (aceite de
maíz, de cártamo, de girasol) y ácidos grasos trans
debido a que estos ácidos grasos pueden inhibir la producción
de DHA a partir de ácido linolénico (145).

Personas mayores
Los estudios indican que la mayoría de los vegetarianos
mayores tienen ingestas dietéticas similares a
las de los no vegetarianos (146, 147). Con la edad disminuyen
las necesidades energéticas, pero las recomendaciones
para varios nutrientes tales como calcio,
vitamina D, vitamina B6, y posiblemente proteína, son
más altas. La exposición a la luz solar es a menudo
insuficiente y la síntesis de vitamina D decrece en personas
mayores, por tanto resultan especialmente
importantes las fuentes dietéticas, o a partir de suplementos,
de vitamina D.
Las personas mayores podrían tener dificultades
con la absorción de la vitamina B-12 a partir de los alimentos,
así que deben usarse alimentos enriquecidos
en vitamina B-12 o suplementos, ya que la vitamina B-
12 a partir de alimentos enriquecidos o suplementos
se absorbe bien en general (92).
Existe controversia acerca de las necesidades de
proteína de personas mayores. Las ingestas dietéticas
recomendadas actuales no recomiendan proteína adicional
para personas mayores (35). Un metaanálilsis
de estudios de balance de nitrógeno concluyó que no
existe suficiente evidencia para recomendar diferentes
ingestas de proteína para personas mayores, pero
puntualizó que los datos son insuficientes y contradictorios
(34). Otros estudios han concluido que las necesidades
de proteína de personas mayores podrían ser
de 1 a 1,25 gramos/kg de peso corporal (148,149).
Las personas mayores pueden cubrir fácilmente sus
necesidades de proteína mediante una dieta vegetariana
si se ingieren diariamente una variedad de alimentos
vegetales ricos en proteína, incluyendo legumbres
y productos de la soja.
Las dietas vegetarianas, que son ricas en fibra,
podrían ser beneficiosas para personas mayores con
estreñimiento. Las personas mayores vegetarianas
podrían beneficiarse de consejo nutricional acerca de
alimentos fáciles de masticar, que requieran una mínima
preparación, o que sean apropiados para dietas
terapéuticas.

Atletas
Las dietas vegetarianas pueden también cubrir
las necesidades de los atletas de competición. Las
recomendaciones para atletas vegetarianos deben ser
formuladas considerando los efectos de tanto el vegetarianismo
como del ejercicio. La postura de la Asociación
Americana de Dietética y la Asociación de Dietistas
de Canadá acerca de la nutrición y el
rendimiento de los atletas (39) aporta una guía dietética
apropiada para atletas, pese a que podría ser necesario
realizar alguna modificación en lo que respecta a
las necesidades de los vegetarianos. Las recomendaciones
de proteína para atletas de resistencia (modalidades
que exigen un esfuerzo moderado, generalmente
deportes de equipo) son de 1.2 a 1.4 gramos/kg
de peso corporal, mientras los atletas de fuerza
(modalidades más exigentes físicamente) podrían
necesitar de 1.6 a 1.7 g/kg de peso corporal (39). No
todos los grupos están de acuerdo con un incremento
en las necesidades de proteína en atletas (35). Las
dietas vegetarianas que cubren las necesidades energéticas
y que contienen una variedad de proteína de
alimentos vegetales, tales como productos de la soja,
otras legumbres, cereales, frutos secos y semillas,
pueden aportar una cantidad adecuada de proteína
sin necesidad de usar alimentos especiales o suplementos
(150). En el caso de atletas adolescentes
debe prestarse una atención especial al hecho de
cubrir las necesidades de energía, proteína, calcio y
hierro. La amenorrea podría ser más común entre las
atletas vegetarianas que en las no vegetarianas, pese
a que no todos las investigaciones coinciden en este
dato (151,152). Las atletas vegetarianas podrían
beneficiarse de dietas que incluyan una suficiente cantidad
de energía, mayores niveles de grasa y generosas
cantidades de calcio y hierro.

* Journal of THE AMERICAN DIETETIC ASSOCIATION (Junio 2003. Volumen 103. Número 6. Páginas 748-765). Texto disponible en:
http://www.eatright.org/Public/GovernmentAffairs/92_17084.cfm.
Traducción, con autorización de la Asociación Americana de Dietética (ADA), realizada por: Eduard Baladía, Julio Basulto y María
Teresa Comas. Colaboración de Raul Bescós. (Diplomados en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad de Barcelona CESNID).
La traducción ha sido cedida a la revista MEDICINA NATURISTA por la Unión Vegetariana Española.

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